LA PEPITA Lugo
Burger Bar
- Interiorismo Comercial
- Food Trucks
- Producto
- Franquicia
- Marca & Branding
La Pepita Burger Bar de Lugo se encuentra en la calle Bispo Aguirre número 9, cerca del acceso a la puerta del mismo nombre de la emblemática muralla romana de la ciudad.
El establecimiento presenta una planta longitudinal quebrada en la que se disponen las zonas de comedor, a modo de cremallera, generando la posibilidad de sentar a 80 comensales.
Para romper la longitudinalidad del espacio se dispone en un lateral de la sala un módulo de servicios que alberga la barra y los aseos y se convierte en punto de atracción estético y en eje funcional de la misma. Al fondo del espacio se disponen las áreas de cocina y almacén principal.
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Dada la superficie y morfología del local y en aras de un ejercicio estratégico de rentabilidad, se disemina parte del almacenaje aprovechando los intersticios del local mediante módulos de almacenaje con envolvente corporativa para aminorar su impacto visual y que formen parte del conjunto estético de la marca.
Destaca en esta implantación el ejercicio realizado para suplir la poca permeabilidad de la fachada, diseñándose un conjunto corporativo especifico para posibilitar la adecuada identificación de la marca y fijar la atención del viandante sobre el espacio. Para ello se diseña una marquesina retroiluminada que evoca los templetes de los años 20 y en la que se incorporan elementos vegetales.
Esta pieza se adentra sinuosamente en el zaguán del establecimiento acompañándonos hasta la característica fachada de acceso de la marca.
Como siempre, y más en este caso, dada la importancia histórica de la plaza donde se ubica el nuevo establecimiento de La Pepita Burger Bar, se generaron diversos elementos decorativos de carácter regionalista.
Entre ellas el clásico mapa morfológico del casco urbano de la ciudad o aplicaciones gráficas específicas relacionadas con el pasado romano de la ciudad.
Así mimos el local original nos ofreció parte de la envolvente con la piedra característica de la zona, sustituyendo así la textura de ladrillo blanco que incorporamos en otras implantaciones de la marca.
Destaca en esta implantación el ejercicio realizado para suplir la poca permeabilidad de la fachada, diseñándose un conjunto corporativo especifico para posibilitar la adecuada identificación de la marca y fijar la atención del viandante sobre el espacio. Para ello se diseña una marquesina retroiluminada que evoca los templetes de los años 20 y en la que se incorporan elementos vegetales.
Esta pieza se adentra sinuosamente en el zaguán del establecimiento acompañándonos hasta la característica fachada de acceso de la marca.
Como siempre, y más en este caso, dada la importancia histórica de la plaza donde se ubica el nuevo establecimiento de La Pepita Burger Bar, se generaron diversos elementos decorativos de carácter regionalista.
Entre ellas el clásico mapa morfológico del casco urbano de la ciudad o aplicaciones gráficas específicas relacionadas con el pasado romano de la ciudad.
Así mimos el local original nos ofreció parte de la envolvente con la piedra característica de la zona, sustituyendo así la textura de ladrillo blanco que incorporamos en otras implantaciones de la marca.
